domingo, 7 de julio de 2019

NO CREO QUE NO CREAN... (odium fidei)





(2018)

Profanan templos, destruyen imágenes sagradas, atacan a los cristianos y piden la legalización del aborto.


Quiénes tuvimos la oportunidad de cruzarnos con agrupaciones de mujeres abortistas (y que, con el correr de los años, llevamos crónica de su accionar) sabemos que no es raro escucharlas gritar consignas tales como "Dios es gay", "Familia apesta", "María abortó", etc, así como aquella ya tan conocida "La única Iglesia que ilumina es la que arde"... frase que no quedó en mera "consigna rabiosa" ya que desde hace mucho tiempo se vienen sucediendo reales amenazas e intentos de quema de templos católicos.

En los talleres y marchas de sus encuentros feministas, las hemos visto arrancar hojas de la Biblia, burlarse de signos sagrados, destrozar rosarios, golpear a católicos, referirse a Cristo como a "ese judío zombi", por mencionar tan solo parte de los agravios y ultrajes con los que manifiestan su odio a la fe.

Por nuestra parte, no podemos minimizar este alarmante fenómeno de odium fidei diciendo que estas mujeres son tan solo "no creyentes". Si únicamente fueran personas que atraviesan una crisis de fe ¿Por qué se empeñarían con extravío en escupir la imagen de Aquel a quien consideran inexistente? ¿Por qué insultar furiosamente el nombre de alguien a quien se tiene por un ser imaginario inventado por los "tontos cristianos"?
Expresaba Gustavo Martínez Zuviría: "no concibo que se insulte con rabia a un ser cuya existencia se niega".

Ciertamente, sería muy  ingenuo de nuestra parte estar tan seguros de que ese delirante odio dirigido a Dios se enraíza en el hecho de no creer en su existencia. Tal vez estas seriales profanadoras de lo Sagrado adviertan con extrema claridad lo mucho que ciertas cosas agravian al Creador... quizás lo adviertan más que muchos cristianos
Probablemente su aversión no provenga del hecho de no creer, sino de la decisión de revelarse contra la Verdad, contra la luz que viene a dejar al descubierto toda mala conducta. Para obrar mal se prefiere la oscuridad...

Hace pocos días las vimos nuevamente al ataque de las catedrales de la Argentina. También las escuchamos convocar a un acto de apostasía colectiva en la ciudad de Tandil. Y desde hace mucho tiempo las vemos ofrecer misoprostol públicamente para que todas las mujeres puedan practicarse abortos (los llamados "abortos clandestinos" que luego ellas mismas, las feministas, condenan como causa de muerte materna)... y también solicitan (exigen) más derramamiento de sangre inocente. Piden la legalización del aborto. ¿Preocupación por lo que creen es injusto? Nada de eso. Tengamos presente que quien tanto aborrece a Dios, a la Iglesia y a los cristianos, quien no repara en cometer los más desenfrenados actos de vandalismo, de mentir cifras, inventar estadísticas y despreciar la vida inocente, mal puede preocuparse por cuestiones de "salud pública" (grotesco disfraz argumental pergeñado para camuflar el criminal pedido). No olvidemos que quien odia a Dios, termina odiando en consecuencia al mismo hombre, por Dios creado.

Con tales características ya podemos dimensionar el alcance de esta contienda. No dudemos en afirmar pues que en esta lucha lo espiritual sí importa... y que en esto los argentinos nos estamos jugando más que la vida... nos estamos jugando el Cielo.


-Julieta Gabriela Lardies

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